Tú guardarás en completa paz

Muchas veces comenzamos el día con nuestra confianza puesta en el Señor. Sin embargo, con el correr de las horas, empezamos  a flaquear y la paz empieza a ser reemplazada por dudas, preocupación, temor, ansiedad e inseguridad. Nuestros pensamientos son los que pueden jugarnos una mala pasada. Si le entregamos a Dios el problema que nos angustia, pero después empezamos a pensar que tal vez hay otras salidas, otras alternativas para solucionarlo aparte de Dios, entonces le estamos quitando al Señor lo que le habíamos entregado.

Nuestros pensamientos nos afectan más de lo que podemos darnos cuenta. Por eso necesitamos fijar nuestra mente en las cosas de arriba. No podemos culpar a Dios de tener paz de manera intermitente cuando dejamos que nuestra mente divague o desviamos nuestra atención del Señor. En Proverbios 16:3 leemos: “Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados”. Apoyados en el amor inalterable y el gran poder de Dios, los problemas que pueden rodearnos no nos perturbarán. ¿Deseas paz? Mantén tus pensamientos y tu confianza en Dios.

Tengamos en cuenta que, aunque parezca difícil de vencer, todos tenemos la capacidad de superarlo, sino fuera así el Señor nunca nos habria dicho “no temas”. Dios nos ha dado el remedio para el miedo. “Ser fuertes y valientes” y nos regala la promesa de que, “nunca nos dejará ni nos abandonará”.

Oremos:
Padre, gracias por la seguridad de que nunca nos dejarás ni nos abandonarás; en esta promesa obtengo la fortaleza que necesito para ser libre del temor y las dudas, declaramos confianza absoluta en tu poder, amor y gracia, sé que estás con todos los días lo creemos en el nombre de Jesús, Amén!!!