¡Yo no puedo olvidar!
¡¡YO NO PUEDO OLVIDAR!!, es tan doloroso que todos lo días lo recuerdo, cierro mis ojos y lo recuerdo como si fuera hoy!!, la verdad me fallaste Dios, no estuviste cuando todo paso, y me abandonaste…
¿Verdad que son muy duras estas palabras?, Si, son el reflejo de un sentimiento que muchos hemos vivido y expresado en algún momento de nuestra vida, o bien, que vivimos y luchamos todos los días con ello… y nunca hemos encontramos paz.
Nuestra mente es un enorme archivo de información, que almacena datos desde que estuvimos en el vientre de nuestra madre. Los recuerdos son parte de nuestra naturaleza, pero si alguno nos duele, es porque está afectando algo más que nuestra mente. La salud en nuestros recuerdos es vital para nuestra vida HOY. La expresión «el tiempo lo cura todo», es errónea, no sana nada, sino empeora la situación.
Si hay salida a los recuerdos dolorosos, si se puede vivir una vida libre del dolor y la condenación, recuerda: «…todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.» Filipenses 4:8.
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