Dios me hizo así
Si bien es muy cierto, Dios nos hizo con sus propias manos y en eso no hay duda alguna. Pero por alguna razón, cuando tenemos inclinaciones distintas a nuestra naturaleza, nos justificamos con “Dios me hizo así”.
El Señor todo lo hizo perfecto y con un propósito especial, pero por las muchas heridas que hay dentro de nosotros, hemos cambiado esa naturaleza divina, distorsionándola y pretendiendo hacer creer a la gente que Dios nos hizo así.
Se han puesto a pensar lo que seria ver en un naranjal con un árbol que da naranjas sin cáscara, naranjas que no tendrían ninguna protección durante todo su desarrollo y al final serian frutos malos. O ver a un drogadicto que se engaña a sí mismo diciendo que Dios lo hizo así, junto al alcohólico que cree que su propósito en esta vida es solo tomar y destruir la felicidad de su familia y sus sueños.
La Palabra de Dios dice en 1 de Corintios 6: 9 y 10: “No sabéis que los injustos no heredaran el reino de Dios; no erréis ni los fornicarios, ni los idolatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredaran el Reino de Dios.”
Aunque nos encontremos llenos de lodo y sucios, Dios tomará nuestra vida con amor –si nosotros lo permitimos- y nos lavará de toda culpa y pecado. En 1 de Corintios 6:11 dice: “Y esto erais algunos; Mas ya has sido lavados, ya habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.”
Hoy es un buen día para reconocer nuestra verdadera naturaleza y regresar a los brazos de nuestro Papá celestial…. piénsalo!
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