Oremos por las naciones
Estamos viviendo tiempos difíciles; tan serios, que me atrevería decir … «como nunca antes«; esto a nivel mundial. Todas las naciones están siendo objeto de innumerables situaciones adversas, de tantas y diversas naturalezas que es hora de que cada cual tome conciencia de la magnitud de este fenómeno el cual nada ni nadie ha podido ni podrá detener. Gobiernos impotentes para encontrar soluciones, guerras, terrorismo, desastres naturales, decadencia moral y espiritual, pobreza, enfermedades físicas y mentales, violencia, vicios, familias en crisis, hogares disfuncionales, problemas de identidad, tragedias, accidentes, etc. … son solo algunas de las plagas de este tiempo, las cuales están afectando negativamente de una u otra forma a toda la humanidad.
¿Estás consciente de los problemas que arropan a tu país y que, por ser tú, parte de esa sociedad, repercuten sobre ti y los tuyos de una forma o de otra, en mayor o en menor grado, directa o indirectamente? ¿Te preocupa el bienestar de tu familia y/o la generación que te seguirá? Por la impotencia ante tal caos, ¿te has añadido al grupo de los resignados y conformes dando por normal todo lo que acontece? Hay una salida que muchos ignoran, otros sub-estiman y aún están los que la menosprecian … Esta es la oración, el clamor, la intercesión … la guerra espiritual. Aunque estamos viviendo tiempos apocalípticos, y el mundo seguirá su curso, hay un refugio para el que cree … Jesucristo.
Dios ha dado armas a sus hijos, diferentes a las que el mundo está acostumbrado a usar. El mundo echa mano de las materiales e intelectuales, las cuales, hasta ahora han probados ser … ineficaces. Las del cristiano son … espirituales, más potentes que cualquier otra … para el que CREE.
Unamos nuestra FE, nuestra disposición y nuestra fuerza para clamar por nuestros países y hagamos de esa determinación un deber y una responsabilidad diaria poniéndonos en la brecha ante Dios y haciendo vallado por los nuestros. Dejemos de ser meros expectadores acostumbrados a ver y dejar pasar. Tomemos la decisión de protagonizar una revolución espiritual, cual nunca antes, atando y desatando y reclamando ante Dios el bienestar propio y necesario para cada una de sus criaturas. ¡Reclamemos a nuestras naciones para Jesucristo!
«Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.» (Ezequiel 22:30)
¿Estás tú dispuesto(a) a hacer tu parte? ¿Sientes carga por el giro que han tomado los asuntos en tu país y los cuales, en mayor o menor grado, te conciernen y afectan a ti y a los tuyos? Comienza por descargar en esta Página tu preocupación por los asuntos de tu tierra y luego, únete a las de los demás haciéndote parte del grupo de valientes que creen en el poder de la oración y han decidido clamar, no solo por su país, sino por todos los que aquí se presenten.
«Esta es la Victoria que ha vencido al mundo … nuestra FE» (1Juan 5:4)
Fuente: http://www.maran-ata.net/oracion-naciones.htm
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