Días de Samuel
Siempre cada nacimiento, cada vida nueva trae bendiciones de nuestro Señor sobre esos padres además de la alegria a los familiares. En dias pasados, llegaron dos nuevos miembros a nuestra familia, uno por el lado de mi esposa y otro por mi lado, dos nuevos sobrinos; los cuales por casualidad fueron llamados con el nombre de Samuel.
Pero lo curioso tambien es que desde hace algún tiempo he observado que varios conocidos también han llamado a sus hijos de la misma manera «Samuel» (en hebreo significa: «Aquel que escucha a Dios«). Y creyendo siempre por FE que todo lo que ocurre, ocurre con un propósito de Dios; he llegado a sentir que Dios está moviendo y preparando a toda una generación (a nuestros hijos) para escucharle a Él; que estos niños en su momento volverán su rostro a Dios y buscarán más de Él.
En estos tiempos, donde el nombre de Dios es tomado cada vez más en vano, donde proliferan nuevas religiones y creencias que en vez de acercarnos a Dios, nos alejan de él, siempre con el ofrecimiento de soluciones rapidas a nuestros problemas y no de un genuino acercamiento a Dios y de una obediencia a Él. Tiempos donde nos ‘enseñan’ que debemos pagar algo a cambio de una bendición o redención de nuestros pecados o problemas y donde el progreso, el ritmo de vida nos impone cada vez estar menos atentos a la voz de Dios y a escucharle, donde cada vez buscamos menos a Dios y mas la ayuda de brujos, idolos, adivinos, horoscopos, angeles, iluminados, etc.
Dios desea que tengamos una relación real, con significado, compartiendo todos los pensamientos y sentimientos, y aprendiendo a escucharle y confiar en Él todos los días. Para tener esta clase de relación, Dios quiere, en primer lugar que oremos de manera humilde y honesta y sobre todo que enseñemos a esta generación de Samueles a orar y a escuchar a Dios cada día.
Él siempre estará esperando que le hablemos y escuchemos para complacernos, para darnos un buen consejo, para ayudarnos a tomar buenas decisiones, para exhortarnos, para darnos fuerzas para seguir adelante, o para solamente guardar silencio y dejar que nuestro corazón le diga, lo agradecidos que estamos con Él…
Que nuestros hijos sean como Samuel (el ultimo juez de Israel), que escuchen la voz de DIos y sean de bendición para sus familias, para nosotros, para su pais ya que marcaran un tiempo en donde renovaremos y buscaremos mas de nuestra relación con Dios.
Clama á mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. — Jeremías 33:3
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