El Paciente
“..a mi nunca me gusta esperar… es más, cuando se trata de paciencia trato de evitarla. Me gusta ir a 140 por hora en las cosas que hago, pienso en manejar un flamante BMW sin antes tener licencia de conducir, planeo tener en mi cuenta de ahorros mucho dinero, sin haber trabajado, sin haberme esforzado… ustedes saben como es esto.. un amigo me habló de unos negocios no muy claros, pero dice que de la noche a la mañana, puedo comprarme lo que quiero.. La impaciencia es mi especialidad.. es parte de mi carácter.”
Hoy en día el mundo se mueve a base de velocidad. Entre más rápido se hagan las cosas es mejor. ¡¡Quiero comer ya!! entonces uso el horno de microondas; ¡¡Necesito dinero ya!!, voy a un cajero automático; ¡¡Quiero esto o aquello!! y con solo accionar un botón, listo. Está hecho.
Ahora ¿son siempre las cosas instantáneas?, NO, cada cosa tiene su tiempo; por ejemplo, un bebé dura 9 meses en el vientre de su madre, y la tierra dura un año en darle la vuelta al sol.
Si corremos por todo y queremos que las cosas sean “YA” siempre, aún cuando estas tienen su tiempo, entonces nos expondremos a enfermarnos del famoso “stress” o tensión muscular. Sufriremos de enfermedades crónicas y el dinero se nos gastará en medicinas; y si eso sucede, iremos a parar al hospital para ser UN PACIENTE.
Vale la pena vivir la vida a su propio ritmo.. solo déjate llevar por los minutos que tienes por delante y disfrútala.. todo tiene su tiempo…”Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor”. Salmo 40:1
Dios les bendiga grandemente…
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