Una enfermedad llamada: Desánimo
El asunto estaba claro, el paciente estaba muy mal!, el doctor dijo: «ya nada hay que hacer, no tiene fuerzas, no tiene ganas de vivir, no hay nada que hacer, está listo para morir…su fatal enfermedad: El desánimo.»
Te has sentido así últimamente?, desanimado porque no puedes salir de problemas, o porque no mejora tu situación, o bien ya no puedes cambiar tu realidad?
Pues te cuento que no has sido solo tu. Todos hemos vivido esa triste experiencia. El desámino carcome nuestros sueños, nuestros anhelos, y nuestras fuerzas. La «realidad» que nos rodea no siempre es la que deseamos, es más, cada día esperamos que cambie, para poder «vivir feliz».
Pero cuál es la cura cuando «no sentimos nada»?; cuando el desánimo ha llenado nuestras venas y estamos a punto de morir?. Entre la soledad y la depresión, hemos vivido todos los días, y nuestra mente se ha alimentado de mentiras..que hacemos?, donde acudimos?… estamos muriendo en silencio!!…
«Cuando no hay nada más que hacer» escuchamos: «No temas, porque YO estoy contigo!, no desmayes, porque YO soy tu DIOS que te esfuerzo; SIEMPRE (no algunas veces o cuando Él quiera) te ayudaré, SIEMPRE te sustentaré con la diestra (derecha: que es Jesús) de mi Justicia».
Recuerda todos los días: «Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna. Pero los que esperan a Jehová, tendrán nuevas fuerzas (los que esperan solamente a Él, si esperas en otras cosas o personas, seguirás cansado y no verás esta promesa hecha realidad en tu vida); levantarán alas como águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán.»
Entonces: «Porqué voy a desanimarme y estar preocupado?, mi esperanza he puesto en Dios, a quien todavía seguiré alabando!, Él es mi Dios y mi Salvador.»
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