Nuestra mirada en los cielos
Hebreos 12:2 dice: puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
¿Has visto alguna vez a Dios con tus ojos? La Biblia dice que nadie ha visto a Dios (1 Pedro 1:8). Esto da pie a uno de los mas fundamentales principios que todo cristiano debe seguir: caminar por fe y no por vista (2 Corintios 5:7).
A lo largo de todas las escrituras, se nos insta a caminar por fe, creyéndole a Dios, teniendo cuidado de discernir todo de lo que nos rodea. Sin embargo, un viejo truco de enemigo es engañarnos a través de lo que ven nuestros ojos. «No todo lo que brilla es oro», es un dicho común; la misma Biblia dice que Satanás se viste como ángel de luz (2 Corintios 11:14).
Nuestras decisiones, no pueden basarse solamente por lo que ven nuestros ojos. ¿Cuántas veces hemos sido engañados por seguir lo que le gusta a nuestros ojos? Vivimos en tiempos peligrosos, y necesitamos ser cada vez más prudentes, no dejándonos llevar por lo que nuestros ojos desean.
Si dejamos de ver las cosas terrenales entonces nos sucederá como Esteban quien cuando alzó sus ojos vio la gloria de Dios, amado hermano si quieres ver la gloria de Dios no cedas ante las tentaciones del enemigo, no veas los defectos de los demás, no caigas en la tentación de ver inmoralidades, de hacer malos negocios o engaños, levanta tus ojos al cielo, fija tu mirada en Jesús y veras la gloria de Dios en tu vida, y nada te apartará de la bendición de Dios.
Dios te bendiga…
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